Comenzar el aprendizaje de las diferentes posiciones del yoga es embarcarse en un viaje de crecimiento espiritual en búsqueda del equilibrio entre el cuerpo y la mente. Por eso es importante -antes de elegir una de las tantas vertientes- tener en cuenta el estado físico en que nos encontramos y el momento emocional y psíquico que atravesamos.
Para ayudarte en este viaje y que tengas una idea general antes de decidirte por uno de los diferentes tipos de yoga existentes, hemos hecho un pequeño resumen con sus principales características y diferencias.
Tipos de Yoga
- Kundalini yoga: es el más adecuado para personas serenas o por el contrario, para aquellos que necesitan imperiosamente aprender a reducir el ritmo al que viven. Sus posturas son sencillas y no requieren de un gran estado físico. Su práctica nos ayuda a apaciguarnos ya que sus movimientos son lentos y se trabaja con una gran cantidad de posturas estáticas. Además, en este estilo se practican en profundidad la respiración y la relajación.
- Hatha yoga: este estilo está especialmente indicado para quienes necesiten recuperarse de lesiones físicas o aquellos que padezcan problemas posturales o contracturas crónicas. Esta variante parte de los aspectos físicos para beneficiar los psíquicos; sus ejercicios se centran en las posturas corporales y eso tiene un gran efecto positivo en el tratamiento de lesiones y también como terapia preventiva. Sus defensores hacen especial hincapié en la relajación corporal mediante el conocimiento y el trabajo mental.
- Iyengar yoga: está especialmente recomendada para aquellos que deseen practicar la disciplina en forma grupal. Para esta técnica se requiere gran atención y concentración ya que para realizar las posturas se utilizan objetos, además es necesaria la constante supervisión de un profesional. Para aquellos que desean corregir posturas y disfrutan de las actividades en grupo este es la variante ideal.
- Astanga yoga: probablemente este sea el estilo más adecuado para aquellos que desean conectarse con su yo interior. También llamada “Yoga de los ocho miembros”, tiene ocho preceptos primordiales: abstinencias; reglas u observaciones; postura; control de la respiración; concentración; control de los sentidos; meditación; y contemplación (también conocida como meditación profunda). Para su práctica es necesario adquirir un profundo compromiso de exigencia con uno mismo. Pero aquellos que estén dispuestos verán sus esfuerzos recompensados, ya que la práctica de esta disciplina es ideal para corregir adicciones como el tabaquismo, eliminar el estrés y conseguir un elevado nivel de autocontrol.
Estos tipos de yoga pueden ser practicados por personas de todas las edades. A través de sus cinco principios básicos: relajación, respiración, posturas, desprendimiento y su práctica -siempre de la mano de profesores cualificados y con experiencia- pueden brindarnos una excelente dosis de ejercicio físico, salud psicológica y armonía. Gracias a esta disciplina los músculos se ven fortalecidos, se adquiere elasticidad y un sistema nervioso en equilibrio, factores que revierten en vitalidad y dinamismo de todos aquellos que lo practican. En pocas palabras, el yoga ayuda a que vivamos y afrontemos las situaciones de estrés físico o mental con serenidad y estabilidad, una receta infalible para una vida más plena.
Y tú, ¿ya sabes que tipo de yoga vas a realizar? Compártelo con nosotros dejando un comentario con los motivos que te han hecho elegirlo.