Cada vez se constata más la teoría de que el cambio climático y la contaminación atmosférica, que contribuyen al calentamiento global del planeta, tienen un claro impacto negativo sobre la salud humana.
Está sobradamente admitido la asociación entre la combustión empleada en los vehículos y la capacidad de los pólenes para ser más alergénicos o tener capacidad de producir enfermedades alérgicas, según el doctor Miguel Hinojosa Macías, alergólogo del hospital Ramón y Cajal de Madrid.
El cambio climático y la contaminación están disparando las rinitis alérgicas, que deterioran notablemente la calidad de vida. La rinitis tiene unos síntomas que son fáciles de detectar, y su tratamiento es muy eficaz.
“Uno de los procesos alérgicos más frecuentes es la rinitis, que no representa ninguna gravedad, pero sí interfiere notablemente en la calidad de vida de quienes lo padecen”, explica este especialista. Además, cuando este proceso se presenta durante el embarazo los síntomas se suelen sumar a la cadena de molestias propias de este período. Es muy frecuente en embarazadas con base alérgica que aparezca la llamada rinitis hipertrófica del embarazo, de gran incomodidad y que causa una enorme congestión nasal.
La rinitis alérgica no supone un problema grave de salud, pero sí que afecta notablemente a la calidad de vida del afectado.
Los síntomas mas frecuentes de la rinitis alérgica primaveral son estornudos, rinorrea (abundante secreción nasal acuosa), sensación de embotamiento y picor nasal, entre otros. El estudio Allergy: Living & Learning, desarrollado en 2000 a partir de una muestra de 7.000 pacientes de siete países europeos (entre ellos, España), evidencia que el 60% de los afectados manifestaba que la rinitis deteriora sensiblemente su calidad de vida, cuando en realidad los propios médicos admiten que hay una tendencia muy generalizada a minusvalorar los síntomas de este proceso alérgico.