En este artículo vamos a repasar alguna de las muchas propiedades de la uva, y los beneficios que su consumo puede reportar a nuestra salud. Recordar que estamos ante una de las primeras frutas cultivadas por el hombre, habiéndose encontrado restos incluso en yacimientos arqueológicos de la edad de bronce. Fueron los antiguos griegos y romanos los que impulsaron definitivamente la viticultura, dando a la uva y al vino un carácter casi sagrado. Por aquel entonces ya se conocían parte de las las fantásticas cualidades de este fruto de los dioses. Actualmente su producción se extiende por todas las zonas cálidas del planeta, aunque eso sí, la mayor parte de su cultivo está destinado a la producción de diferentes variedades de vino.
En cuanto a su consumo, generalmente se realiza en su estado natural, o en forma de zumo de uva, aunque también es frecuente su uso en repostería, en la elaboración de mermeladas y confituras, o incluso como acompañamiento de distintas carnes. En cocina, son también muy utilizadas las populares uvas pasas, que no son sino uvas parcialmente deshidratadas.
Hagamos un breve repaso por alguna de las principales propiedades de la uva.
El primer beneficio de la uva que destacaremos, es su potente efecto antioxidante. Los hábitos de vida poco saludables, como el tabaquismo, sedentarismo, o una dieta rica en grasas son responsables de la generación de los llamados radicales libres. Estos son causantes de la oxidación celular, y responsables de diferentes enfermedades degenerativas, cardiovasculares, cáncer o incluso del propio envejecimiento celular. Los antioxidantes presentes en las uvas son capaces de bloquear esta acción, siendo capaces de prevenir sus efectos. Otras frutas con acción antioxidante pueden ser la naranja, la granada, el mango, o la sandía entre otras muchas.
Los beneficios de la uva para el sistema cardiovascular también son importantes. En su composición encontramos gran cantidad de flavonoides, los cuales tienen un fuerte efecto vasodilatador y anticoagulante, lo que favorece la circulación sanguínea, disminuyendo la presión arterial y el consiguiente riesgo cardiovascular. También podemos encontrar flavonoides en productos como la cebolla o la naranja.
Destacar además que los flavonoides impiden la acumulación de colesterol en las paredes arteriales, lo que reduce el riesgo de arteriosclerosis, y favorece una reducción de los niveles de colesterol en nuestro organismo.
Otra interesante propiedad de la uva se deriva de su elevado contenido en vitaminas del grupo B, las cuales están implicadas en el metabolismo, concretamente de grasas e hidratos de carbono. Esto se traduce en una acción desintoxicante y depurativa, perfecta para mejorar la función hepática.
Por último, señalar que la uva es también una fruta muy recomendable para mujeres embarazadas, ya que su contenido el ácido fólico es fundamental para el correcto desarrollo del feto.
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