Llegó el gran día. Por fin. Quizás es tu boda o quizás es la de tu mejor amiga. No importa, estás ansiosa e ilusionada. Llevas los últimos meses preparándolo todo y has dedicado muchas horas a decidir tu atuendo: El vestido, los zapatos… ¿y el peinado? Por supuesto que es algo en lo que has pensado un poco, pero no es ropa, no es algo que te puedes probar y luego quitarte inmediatamente. Así que tiene que estar conjuntado con el resto del atuendo para conseguir el efecto adecuado. Los moños con trenzas son una opción muy a tener en cuenta.
Tipos de recogidos trenzados
Para crear el efecto deseado en conjunto con el vestido, hay que tener en cuenta algunos detalles.
Entre ellos, la altura del peinado; un recogido trenzado a la altura de la nuca da un toque desenfadado y romántico, sin restarle elegancia; en cambio, un moño alto decorado con una trenza consigue un look más sofisticado, que dependiendo del estilo de la boda en general, podría ser más adecuado para la novia que para una invitada.
El tipo de trenza también es importante; la trenza inglesa es la típica en la que se entrelazan tres mechones; la trenza cola de pez utiliza solo dos secciones de pelo y se le llama así porque el acabado parece la textura de las escamas; la trenza francesa es la que se hace pegada a la cabeza.
Moños trenzados
Para escoger el tipo de moño también hay que tener en cuenta el tipo de rostro para sacarle el mayor partido.
Cuadrado: lo mejor es añadir un flequillo ladeado al recogido que suavice tus lineas faciales.
Alargado: añade un flequillo recto no muy largo a tu peinado para equilibrar el rostro alargado.
Redondo: evita recogidos tipo tupé con volumen.
Ovalado: apuesta por recogidos que despejen tu rostro.
Combinando la altura del moño con los tipos de trenzas y el tipo de rostro, puedes conseguir el peinado que más desees en el gran día.