Los productos químicos que llevaban antiguamente la mayoría de los tintes eran productos agresivos que desprendían un olor fuerte y desagradable, haciendo que tintarse el pelo fuera un momento poco deseado.
Afortunadamente, hoy día existen tintes en los que se ha eliminado el uso de este tipo de sustancias. Concretamente el amoniaco, principal responsable del olor desagradable y las irritaciones que el tinte puede provocar se han eliminado por completo en muchas marcas existentes en el mercado.
Empleando este tipo de tintes sin amoniaco se consigue cuidar el pelo mientras se le cambia de color. De esta manera, el cabello se mantiene brillante, no se vuelve quebradizo y el olor que se desprende cuando se usan estos tintes nada tiene que ver con el que tenían los tintes formulados con amoniaco.
Belleza con tintes de cabello sin amoniaco
¿Os habéis fijado alguna vez el aspecto que tiene el pelo de las personas de avanzada edad que se han tintado el pelo durante muchos años? El pelo no luce con brillo, parece fino y quebradizo. Esto es debido a que el tinte que estas personas emplearon eran tintes formulados con amoniaco, dado que en sus inicios todos los tintes empleaban esta sustancia. El uso prolongado de estos tintes provoca que el pelo se apague, que pierda brillo y fuerza volviéndose mucho más frágil.
Usar tintes sin amoniaco permite mantener el cabello sano y nutrido dado que estos tintes suelen estar compuestos por sustancias nutritivas para el cabello. Favorece también que el cabello mantengas su brillo, que luzca fuerte y que no pierda consistencia.
Usar tintes sin amoniaco es la opción más sana para variar el color de nuestra melena. Y brindarle al cabello la luminosidad que se merece.