El principal atractivo de este tipo de mechas es que el pelo no sufre tanto. Es decir, si eres de las que acostumbra a cambiar de color de manera regular y disfrutas luciendo mechas y reflejos en tu cabello, esta modalidad resulta mucho menos agresiva.
Las mechas californianas en extensiones se suelen comprar en packs ya hechos aunque cada vez más son las empresas que ofrecen la opción de personalizar tus extensiones y mandarlas a pedir. En muy poco tiempo estarán a tu disposición estos postizos de cabello con un atractivo degradado de color y listos para usar.
Su colocación es muy sencilla y generalmente se hace mediante un sistema de peinetas de clips que se sujeta con firmeza al cabello. En cuestión de minutos lucirás un aspecto totalmente diferente sin necesidad de invertir demasiado tiempo o dinero.
Y lo mejor de todo es que si el resultado no te convence no tendrás que estar haciéndote arreglos. Basta con que te quites las extensiones y volverás a tener tu aspecto habitual. Tal vez prefieras guardarlas para otro momento; se conservarán perfectamente, siempre que las guardes cepilladas.
¿Cómo conseguir una tonalidad de color natural?
Lo esencial es invertir en productos de calidad y lograr un pelo natural cuyo color se asemeje lo máximo posible al de las raíces de tu propio pelo.
Habitualmente estos productos están elaborados con pelo virgen que nunca antes ha sido sometido a procesos de coloración por lo que gozan de una naturalidad extrema. Aparte de la coloración natural de las raíces existen diferentes opciones en cuanto a la textura del cabello; puedes escoger entre melenas lisas, onduladas, capeadas, etc. Todas ellas son excelentes opciones para las mujeres que aún no han tenido tiempo de dejarse crecer la melena y están deseando lucir unas mechas californianas.