Se conoce como estimulación cognitiva al conjunto de actividades orientadas a mantener o mejorar el funcionamiento cognitivo en general a través de ejercicios de memoria, atención o razonamiento, entre otros; y, gracias a diferentes casos de éxito de la estimulación cognitiva, podemos conocer y comprobar los beneficios de este tipo de actividades.
No obstante, hay que tener en cuenta que los objetivos de la estimulación cognitiva van mucho más allá del mantenimiento o la mejora del desarrollo cognitivo. Este tipo de actividades también están pensadas para conseguir otros muchos beneficios para las personas sufren este tipo de trastornos y aquí vamos a contarte algunos de ellos.
Beneficios de la estimulación cognitiva
Algunos de los beneficios de la estimulación cognitiva son:
- Ayudar a frenar el proceso de deterioro.
- Incrementar la autonomía personal, la autoestima y minimizar el estrés del enfermo.
- Mejorar la calidad de vida del enfermo y de su familia.
- Evitar la desconexión de la persona que sufre este trastorno de su entorno.
Los ejercicios de estimulación cognitiva están pensados para personas mayores con demencia u otro tipo de enfermedad neurodegenerativa o discapacidad. Sin embargo, los pueden realizar todo tipo de personas mayores, tengan o no algún problema de demencia o de pérdida de memoria.
Así pues, para conseguir los objetivos de la estimulación cognitiva y que todos aquellas personas que sufren este deterioro puedan notar los beneficios de este tipo de ejercicios es importante realizar un trabajo constante y cotidiano con los enfermos. Hoy en día hay muchos cuadernos o aplicaciones que ofrecen este tipo de actividades y están pensados para aplicarse en diez áreas funcionales: atención, percepción, memoria de trabajo, memoria a largo plazo, cálculo, razonamiento, funciones ejecutivas, funciones visio-motoras, lenguaje y velocidad. Vamos a ver un poco más acerca de esto.
Ejercicios de estimulación cognitiva para mayores
Las actividades que pueden ayudar a mejorar todos estos aspectos son muchas y muy variadas y con ellas se trabajan los cinco sentidos. Algunas son:
- Para la atención, la memoria y la percepción: es bueno hacer puzzles, unir puntos o emparejar imágenes. Las manualidades son muy buenas para hacer que el paciente preste toda su atención y siga una secuencia necesaria para terminar el trabajo.
- Para el cálculo, el razonamiento y la velocidad: para trabajar este tipo de aspectos son buenos los sudoku y los ejercicios de cálculo numérico.
- Para el lenguaje: es muy positivo para el enfermo hacer sopas de letras o crucigramas, entre otros ejercicios.
- Para las funciones ejecutivas y las funciones visio-motoras: hacer ejercicios de caligrafía o tejer y bordar puede ser muy positivo porque esto ayuda a retrasar la aparición de temblores y rigidez.
Por último, ya hemos comentado que este tipo de ejercicios se tienen que hacer de manera habitual y que hay diferentes aplicaciones o cuadernos donde podemos encontrarlas. Sin embargo, hay otro aspecto que hay que tener en cuenta: la actitud. Es importante que tanto el paciente como su cuidador afronten esta cuestión con optimismo, gracias a esto los beneficios se empezarán a notar muy pronto.