Lo primero que debéis hacer para saber qué colores os quedarían bien es conocer vuestro tono de piel. ¿Tenéis un tono frío, o es más bien cálido? Si no sabéis cómo averiguarlo no os preocupéis porque hay varios trucos para hacerlo y hoy os enseñaremos uno que nunca falla. Sólo necesitaréis hacer uso de dos accesorios.
Seleccionad un accesorio cualquiera, un anillo, un colgante o una pulsea, en color plata y otro dorado y buscad un espejo. Ahora comenzará la comprobación de vuestro tono de piel. Acercaos los accesorios al rostro uno a uno y decidid cuál os queda mejor. Si el plateado os aporta alegría y luminosidad a la cara querrá decir que pertenecéis a una tonalidad de la piel fría. En cambio, si el plateado os apaga y el dorado os aporta esa luminosidad y vida, vuestra tonalidad será cálida. También puede ocurrir que ambos colores os sienten bien por lo que tendríais una tonalidad neutra y os quedarían bien todos los colores.
Qué color escoger basándose en la tonalidad
Para pieles cálidas. Estas pieles presentan matices dorados y se broncean con mucha facilidad por lo que les favorecerán colores como: rubio dorado, rubio caramelo, los tonos cobrizos, castaños cálidos y el tono caoba. Y deberán evitar colores como el rubio ceniza ya que les aportará oscuridad al rostro.
Para pieles frías. Son aquellas pieles que presentan matices rosados o azules y que no se broncean con facilidad. Los colores perfectos para las pieles más pálidas son el rubio ceniza, rubio platino, chocolate oscuro, negro azulado o berenjena y los castaños oscuros. Deberán huir de los tonos rojizos y anaranjados.
Entonces, después de todos estos consejos ¿ya os habéis decidido? ¿Qué color de cabello es el que más os conviene?