La manicura con gel es muy similar a la manicura artificial en la que se emplean uñas de materiales acrílicos o de porcelana. La principal diferencia está en el proceso de colocación de la uña postiza.
En este tipo de manicura lo que se aplica sobre la uña real es un gel frío que aporta mayor resistencia y durabilidad al postizo. Mediante un molde de uña y la exposición de este material a la luz de una lámpara UV el gel se solidifica, el postizo queda bien fijado y tu dedo presenta una uña con aspecto real.
La textura de la superficie de este tipo de postizos es extra suave por lo que da mucho juego a la hora de imprimir diseños y que éstos se vean con brillo e intensidad. Con un buen mantenimiento y los cuidados necesario puedes conservar la decoración de tus uñas durante al menos tres semanas.
En este sentido las uñas de gel son menos duraderas que las de acrílico o porcelana pero también es cierto que son más económicas y más sencillas de colocar, sobre todo si tienes pensado hacerlo tú sola en casa.
Tus uñas se ven genial decoradas
Lo más atractivo de las uñas de gel es que ofrecen un resultado muy realista. En ningún momento dará la sensación de que llevas puesto un postizo y sin embargo podrás emplear en su decoración las mismas técnicas y productos que sobre una uña natural.
En los centros de belleza se utilizan moldes profesionales pero en casa puedes optar por extensiones para uñas y darles forma con las tijeras y la lima para ajustarlos a la manicura que deseas lucir.
Durante los últimos años este tipo de uñas decoradas se ha hecho muy popular entre las chicas jóvenes porque resultan un producto versátil, económico y de gran calidad que les permite experimentar con diferentes estilos y obtener siempre resultados óptimos.