Para algunos cabellos, como son los de estilo afro y de etnias negra y latina, estas extensiones atadas son las que mejor se van a integrar con el tipo de cabello, por ello son las más utilizadas en peluquerías latinas y africanas.
En el caso de las extensiones cosidas, lo primero que hay que hacer es alisar el pelo para que resulte apto para el trabajo posterior. Después se recogerá el cabello utilizando una trenza que vaya muy pegada al cuero cabelludo, a la que ir cosiendo las diferentes capas de las extensiones. Es un trabajo minucioso que es preciso realizar con paciencia. En el momento de quitar estas extensiones, lo recomendable es que sea el peluquero o peluquera que las puso, quien se encargue de retirarlas. Habrá que ir cortando hilo por hilo, con cuidado de cortar parte del pelo.
Las extensiones atadas aportan un efecto parecido al que la queratina consigue en todas las mechas, con la diferencia de que, con el sistema de atado, las extensiones se podrán seguir utilizando. Los resultados que las extensiones atadas consiguen son totalmente naturales, ideales para llevar un buen recogido o hacerte una coleta. Si tienes tu cuero cabelludo muy sensible, es necesario que las extensiones atadas se realicen con cuidado, pues puede dolerte un poco.
El proceso de atado de las extensiones se realiza separando el pelo en pequeños mechones y realizando unas sencillas “ataduras” utilizando un cordón o hilo elástico. Este sistema permite que tus extensiones duren mucho tiempo, aguantarán en perfecto estado cuatro o cinco meses. Recuerda que este proceso de atado suele ser lento y que para nada hay que intentar llevarlo a cabo con prisas. Puesto que el resultado final no puede ser el deseado.