La cebolla es un ingrediente fundamental en la cocina de prácticamente cualquier país. Se trata de una hortaliza que ha sido consumida por el hombre desde tiempos inmemoriales, no sólo como ingrediente culinario, sino que también aprovechando sus múltiples cualidades. Las propiedades de la cebolla son muchas, y tradicionalmente se ha utilizado en la medicina natural para el tratamiento de diferentes afecciones.
Lo ideal para obtener todos sus beneficios es consumirla cruda, generalmente en ensaladas, acompañada de otras hortalizas. No obstante, estamos ante un producto que una vez cocinado mantiene relativamente bien sus propiedades, por lo que incluso en platos preparados, su consumo será beneficioso. La cebolla frita, asada, o cocida, acompañado diferentes platos, o como ingrediente en cremas y purés, son clásicos de nuestra gastronomía, y una forma de disfrutar de los beneficios de la cebolla, para las personas a las que el sabor de la cebolla cruda les resulte demasiado fuerte.
Veamos alguna de las principales propiedades de la cebolla.
En primer lugar, debemos destacar la función diurética y depurativa de la cebolla. Su consumo favorece la eliminación de toxinas y desechos de nuestro organismo, combatiendo además la retención de líquidos. Por otro lado, impide la acumulación de grasa en la sangre, algo fundamental para controlar los niveles de colesterol.
En relación al sistema circulatorio, una interesante propiedad de la cebolla es su efecto anticoagulante, favoreciendo la circulación sanguínea, y disminuyendo por tanto la presión arterial y el riesgo de problemas cardiovasculares.
Otro interesante beneficio de la cebolla se deriva de su fuerte efecto antioxidante, debido a su gran contenido en vitaminas C y E, y flavonoides. Estas sustancias son fundamentales para retrasar el envejecimiento celular, así como para eliminar radicales libres. Factores como el tabaquismo, contaminación ambiental, o dietas ricas en grasas, provocan un incremento de radicales libres, por lo que la cebolla será un gran aliado de las personas expuestas a estos agentes.
La cebolla, además tiene una fuerte acción antiséptica y antiinflamatoria. Por ello, masticar unos trocitos es muy recomendable para combatir infecciones bucales, ya que acaba con cualquier bacteria, y reduce la inflamación producida. Este efecto antiinflamatorio resulta además muy interesante para tratar afecciones del sistema respiratorio como catarros, sinusitis o bronquitis.
Estas son sólo algunas de las múltiples propiedades de la cebolla. Seguro que tú conoces alguna otra, no dudes en compartirla con nosotros. Y recuerda que en nuestra sección de salud, podrás encontrar más sorprendentes cualidades de alimentos comunes.